30 senderistas
Día magnificon con los Alayos impresionantes por su nieve y el azul del cielo. La cascada del Dilar preciosa. Llegamos hasta la presa, la subida hasta el refugio Rosales muy agradable hasta el cuestarrón que nos dejó con la lengua fuera, pero merece la pena por el paisaje y por las vistas tan bonitas. A la vuelta pisamos nieve, los arenales con el Trevenque al fondo, solo decir ¡que maravilloso!. Pero lo que nos completó el día fue dos rebaños de cabras montesas que vimos al final de los arenales muy tranquilas. Les conseguimos echar bastantes fotos. Había varios machos impresionantes por su gran cornamenta. Fué un gustazo
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