21 y 22-11-2015
44 Senderistas
El sábado 21 salimos para Bedmar, y como siempre hubo algún despistadillo. Llegamos al Área-Adelfal de Cuadros. Antes de empezar el sendero de las Viñas, nos tomamos una caja de roscos con unas copitas de anís que Isabel había llevado. Una gran idea según todos. Cruzamos el Adelfal, que es uno de los más grandes de Europa, Nacedero del Sistillo, Valle del río Cuadros o Bedmaz. Comenzamos a ascender por el bosque de pino carrasco cuando el clima comenzó a estropearse con lluvia, viento, etc. Al llegar a la explanada de las Viñas paramos para juntarnos todos por la niebla, calentándonos con nuestra querida Bota. A continuación, comenzamos a bajar por la pista, dejando a nuestra izquierda al monte Carluco, con el pico Aznaitín al frente. Después de una fuerte curva, vemos las Torcas, con la Fuente de la Fresneda, debajo. Continuamos hasta un muro de piedra; es la Cañada Morena. A continuación, nos desviamos al Torreón árabe de Cuadros, para regresar a la pista principal para continuar hasta la ermita, que ya estaba cerrada. Seguimos hacia el río, con la gran sorpresa para el grupo al ver un gran hórreo (dato que Isabel y yo habíamos omitido deliberadamente a tal efecto). Vimos la cueva, el molino, y los pasamos siguiendo hacia el Área de Cuadros, en donde nos comimos el bocata en sus estupendas mesas de piedra y rodeados por el Adelfal. Al terminar el bocata, reanudamos la marcha con dirección al Albanchez de Mágina, en donde subimos al sorprendente enclave del castillo árabe, con sus casi 400 escalones, y con unas vistas magníficas. Continuamos para el hotel, en donde descansamos un poco para la cena y la fiesta con mucha marcha.
El domingo 22, comenzamos el día con un buen desayuno. Algunos se pusieron las botas... Salimos con un buen tiempo hasta el Área Recreativa de Hondacabras. Ascendimos por la pista del Puerto de la Mata, y una vez en el desvío, cogimos el camino de la derecha hacia el nacimiento de La Fuenmayor. Un poco antes de llegar, vemos la Cascada del Zurreón, sin apenas agua pero con chupones de hielo. Al llegar a la Fuenmayor, nos sorprendimos por la belleza del lugar: balsas de agua, pequeñas cascadas y bosque, amén de las vistas de los picos Almadén, Los Cárceles, Caldera del Tío Lobo, etc. Después, volvimos al hotel para degustar un almuerzo típico antes de regresar a Granada.
P.D.: tuvo lugar un accidente frontal por parte de nuestra querida "cabrilla loca", siendo atendida urgentemente para detener la hemorragia y suturar por el Dr. Redondo y su ayudante, la Dra. Mendías. Consiguieron salvarla...
Enlace a Fotografías
La felicidad se vive en un momento determinado. Eso es lo que yo sentí en la cena, con musica y rodeada de tantos amigos
ResponderEliminarSí, Teresa, nos lo pasamos en grande. Isabel y yo lo comentábamos, que se te veía muy feliz, lo cual nos da una gran satisfacción.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar